Las piedras son para Fernando Buenache un mundo de formas con sentido que le permiten recrear artísticamente cualquier ser de la naturaleza u objeto de la vida cotidiana.

Todo comenzó en 1987 "en aquellos tiempos hubo un movimiento artístico que coincidió con el comienzo de unas excavaciones paleontológicas lo que supuso el surgimiento de un interés por el conocimiento y búsqueda de estos restos.

El amor por su tierra, tierra que siente desprotegida ha alimentado siempre el espíritu de su obra. A través de ella deja entrever el vínculo que creado entre la naturaleza lítica de la comarca y la gente que la habita

Fernando dedica buena parte del día a deambular por el campo en busca de las formas que le ofrecen las piedras. Su idea inicial fue la de realizar un zoo de piedra.

Los cientos de piezas que integran esta colección son piedras, rocas que este fantástico observador recoge tal y como las encuentra en su estado natural sin retocar en absoluto.

"Me limito a colocar las piedras en la posición que yo veo alguna figura animal, pero mis piezas no llevan nombre. Cada persona que mire una de las figuras de mi colección puede ver lo que su propia imaginación le dicte"